DEFICIENCIA DE VITAMINA D EN EL EMBARAZO

Las tasas de deficiencia de vitamina d en el embarazo son altas y podrían conducir a un peor desempeño en las habilidades cognitivas y del lenguaje del bebé. Así lo ha demostrado un estudio longitudinal prospectivo de más de 400 madres en España.

Los niveles adecuados de vitamina D en el período prenatal son esenciales para el desarrollo infantil. Sin embargo, existe una alta prevalencia de insuficiencia y deficiencia de vitamina D en mujeres embarazadas y lactantes. Se define como <75 nmol/L y <50 nmol/L respectivamente.

La vitamina D y el desarrollo neurológico

La falta de vitamina D durante el embarazo se ha asociado con bebés prematuros. Esto puede desencadenar en bajo peso al nacer, factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, desarrollo esquelético anormal, asma y problemas de desarrollo neurocognitivo. Por lo tanto, el papel de la vitamina D es muy importante en varios problemas vinculados con el neurodesarrollo y ciertos factores neuroprotectores.

Son pocos los estudios que se han centrado en estos temas y los hallazgos no son concluyentes. Por ejemplo, en el estudio actual, investigadores de Cataluña han evaluado la asociación entre el estado de vitamina D durante el embarazo y el desarrollo neurológico infantil. Se han analizado las habilidades cognitivas del lenguaje y motoras.

Deficiencia de vitamina D en embarazadas

Los datos recogidos hacen referencia al estudio ECLIPSES. Se trata de un ensayo comunitario aleatorizado controlado (ECA) realizado en Tarragona entre 2013 y 2017. De una muestra inicial de 793 mujeres (edad media 30,6) reclutadas antes de la semana 12 de embarazo, 422 parejas madre-hijo fueron seguidas hasta una visita posparto. Se evaluaron los niveles de vitamina D en el primer y tercer trimestre del embarazo y se recolectaron variables sociodemográficas, nutricionales y psicológicas.

A los 40 días después del parto, se administraron las Escalas de Bayley de Desarrollo Infantil-III a los bebés y se registraron varios datos obstétricos. En este sentido, los autores encontraron que, independientemente de varios factores de confusión, los niveles deficientes de vitamina D en el primer trimestre del embarazo (<30 nmol/L) predijeron un peor desempeño en las habilidades cognitivas y del lenguaje.

De cara al rendimiento del lenguaje, este empeoró con niveles más bajos de vitamina D (<20 nmol/L). En el tercer trimestre, este nivel altamente deficiente también se asoció con habilidades motoras más bajas. “Las tasas de mujeres embarazadas con niveles subóptimos de vitamina D son muy altas en todo el mundo”, han declarado los autores en la publicación del estudio.

Resultados y conclusiones del estudio

“En nuestra muestra, esta prevalencia alcanzó el 50% en el primer trimestre y el 49,7% en el tercero (<30 nmol/L)”, sentenciaron los autores. De cara al primer trimestre, aproximadamente el 22,8% de las mujeres tenían deficiencia de vitamina D por debajo de 20 nmol/L, según los resultados; en cambio, en el tercer trimestre, esta cifra fue del 23,7%.

A rasgos generales, los resultados muestran que la descendencia de madres con niveles prenatales normales de vitamina D mejoraron significativamente su desempeño en habilidades cognitivas, lingüísticas y motoras. Esto significa que “la hipovitaminosis D durante el embarazo podría ser un problema de salud pública importante con graves consecuencias para el curso gestacional”, afirman los investigadores que tomaron parte en el ensayo.

Por lo tanto, la medición de la vitamina D al principio del embarazo podría representar una excelente oportunidad para identificar personas en riesgo. Esto podría ser beneficioso a la hora de monitorear dichos embarazos y ofrecer profilaxis temprana.

La etapa de la gestación

Hipotetizando el motivo del vínculo encontrado, los autores señalan que las etapas tempranas de la gestación (primer y segundo trimestre) son un período crítico en el desarrollo del sistema nervioso fetal. Esto se debe al comienzo de la neurogénesis y el proceso de mielinización, ya que los fetos dependen del estado de vitamina D de las madres.

Por otra parte, los autores sugieren que esta podría ser la razón por la que los niveles bajos de este nutriente pueden estar estrechamente relacionados con el desarrollo neurológico de los niños. Esto podría tener consecuencias en las habilidades cognitivas y del lenguaje de los pequeños.

El equipo de investigación ha subrayado que se necesitan más estudios para aclarar el papel preciso de la vitamina D. Además, “esto nos ayudaría a producir recomendaciones nutricionales específicas que las mujeres embarazadas deben seguir para garantizar el curso adecuado de su embarazo”. En la etapa de gestación se desarrolló el sistema cerebral del feto y la función neurológica óptima del bebé a lo largo de su vida.

Estudios previos

Una revisión sistemática reciente concluyó que el bajo estado prenatal de vitamina D se asoció con un desarrollo neurológico adverso en las habilidades cognitivas, del lenguaje y motoras del lactante. Los investigadores concluyeron que existe una asociación entre la hipovitaminosis D durante el embarazo y un peor desempeño en el lenguaje expresivo que puede persistir incluso en la adolescencia.

Según un estudio elaborado en Australia, las madres con niveles bajos de vitamina D al comienzo del segundo trimestre (se desconoce si estos niveles ya eran bajos en el primer trimestre) tenían casi el doble de probabilidades de tener un trastorno del lenguaje más grave a los cinco y diez años. Otro estudio sugirió que, además de las habilidades motoras, el estado deficiente de vitamina D prenatal también puede tener efectos adversos sobre ciertas medidas de desarrollo social en niños menores de cuatro años.

Por otro lado, nos centramos en un estudio de cohorte poblacional español (Proyecto INMA) realizado con 1.820 parejas madre-hijo. En este caso, los bebés de madres con concentraciones circulantes más altas de 25 (OH) D3 entre el final del primer trimestre y el comienzo del segundo trimestre del embarazo (> 75 nmol/L) mostraron puntuaciones mentales y psicomotoras más altas que las de las madres con concentraciones más bajas (<50 nmol/L).

De acuerdo con la investigación anterior, se ha observado una relación entre la vitamina D en el embarazo y la morfología cerebral en la descendencia. En una muestra de 2597 preadolescentes, los autores encontraron que una mayor concentración materna de 25 (OH) D3 en la mitad de la gestación estaba relacionada con un mayor volumen cerebeloso. Asimismo, los niños expuestos a una concentración de 25 (OH) D3 constantemente deficiente entre este momento del embarazo y el parto mostraron volúmenes más bajos de materia gris cerebral y materia blanca.

Referencias

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