Con una sensibilidad única y una profunda conexión con el cosmos, Stefano Scrimieri acompaña a las personas hacia el redescubrimiento de sí mismas. Su enfoque, que une espiritualidad y pragmatismo, no busca respuestas fuera de nosotros, sino despertar la sabiduría interior que ya poseemos. En esta entrevista, Stefano nos invita a detenernos, escuchar nuestra alma y transformar la incertidumbre en claridad. Su visión, profundamente humana y práctica, inspira a quienes buscan propósito en su vida cotidiana y un camino hacia una existencia más consciente.
Stefano, tu trabajo combina la espiritualidad con un enfoque práctico. ¿Cómo definirías este enfoque y qué te inspiró a desarrollarlo?
Para mí, la espiritualidad no es algo abstracto ni distante, y tampoco está ligada necesariamente a la religión. La espiritualidad es la consciencia que tenemos de ser conciencia. Es decir, nuestra alma se expresa a través del cuerpo, lo que significa que nuestra dimensión física no está separada de nuestra dimensión espiritual. La espiritualidad es, en esencia, la manifestación de nuestro propósito divino en esta existencia.
Para encontrar ese propósito, necesitamos una brújula: una herramienta que nos ayude a navegar por la vida. Mi enfoque conecta el cielo con la tierra, traduciendo los movimientos planetarios en oportunidades de decisión y crecimiento. Esta perspectiva la heredé de mi madre, quien desde pequeño me enseñó a encontrar un sentido en todo lo que sucede en la vida. De hecho, experiencias personales, como una cirugía que casi me costó la vida durante mi infancia, me marcaron profundamente, enseñándome a buscar siempre dirección y significado en cada momento.
Mencionas mucho el concepto de «Revolución Solar». ¿Qué representa para ti y cómo influye en tus lecturas?
La Revolución Solar es un mapa cósmico anual, una valiosa oportunidad para conocer el ciclo evolutivo que experimentamos entre un cumpleaños y el siguiente. Para mí, debería ser una herramienta esencial para cualquiera que desee saber si está en el camino correcto. Cada año nos invita a enfocarnos en aspectos distintos: estudio, trabajo, familia o relaciones. Conocer tu Revolución Solar es como tener un “Google Maps” del Alma, que no predice, sino que guía. Nos muestra que cada año es un ciclo de aprendizajes diseñado para nuestra evolución como almas.
Además de dedicarte a la Psicoastrología Evolutiva, tienes una formación amplia en el ámbito sanitario. ¿Puedes hablarnos de tu trayectoria académica y profesional?
Claro. Soy, ante todo, un alma en constante aprendizaje que, a través del cuerpo, está viviendo su experiencia espiritual. Como sagitariano, tengo una inclinación natural por explorar, estudiar, escribir y viajar. Me formé en Italia como enfermero y, tras un intercambio Erasmus en Finlandia, me establecí en mi amada Cataluña, donde me especialicé en áreas críticas como UCI, quirófano y reanimación.
Durante esos años, estuve trabajando en UCI, quirófano y reanimación y observé que el dolor de los pacientes no era solo físico, sino también emocional. Esto me llevó a retomar la herencia espiritual de mi madre y a integrar el conocimiento del cuerpo con la sabiduría del espíritu. Me formé como profesor de yoga, practiqué e investigué la pedagogía del teatro y estudié astrología psicológica y evolutiva, antropología y evolución humana y finalmente empecé otra aventura académica en psicología. Hoy, mi misión es guiar y acompañar a las personas en el descubrimiento de su esencia, de quienes somos realmente, a través de consultas individuales y grupales con la finalidad de invitar a construir una vida alineada con los propios valores.
Tu madre, Adele Venneri, ha sido una gran influencia en tu camino espiritual. ¿Cómo ha impactado su visión en tu enfoque y cómo te complementan sus trabajos?
Mi madre ha sido mi mayor inspiración desde que nací. Su ascendente en Sagitario ha activado mi Sol sagitariano, guiándome hacia una aspiración trascendental con un profundo sentido espiritual. Su escritura es alquímica: teniendo una mirada visionaria, a través de sus obras invita a los lectores a encontrarse con su propia alma desde un lugar accesible y transformador. En sus libros, publicados en distintos países del mundo, explora y expone el alma desde ángulos profundos pero accesibles para quienes tengan la voluntad de acceder.
Lo nuestro es un encuentro kármico. Ella empezó su viaje fundando la Escuela de la Creación y guía a los Viandantes por la Vía de la Rosa, mientras que yo acompaño a esos Viandantes a conectarse con su Brújula Cósmica. Este equilibrio nos ha permitido construir una familia ancestral que inspira a cada Viandante de la Vía de la Rosa a asumir su viaje con consciencia y responsabilidad.
Tu visión conecta lo espiritual con lo cotidiano. ¿Cómo aprendiste a vivir esta conexión?
Mi experiencia personal, especialmente con mi padre, fue clave. Su ausencia como figura masculina me llevó a aprender a ser padre de mí mismo. En realidad, en mi carta natal estaba escrito que experimentaría restricciones con la figura paterna, y comprender esto me ayudó a encontrar propósito en esas vivencias. El plan evolutivo de cada uno está escrito en el mapa astral, pues todo lo que ocurre tiene un propósito si sabemos escucharlo por supuesto.
Mi trabajo consiste en traducir los mensajes del cosmos a un lenguaje simple y práctico, para que las personas puedan implementar un cambio de rumbo en su propia vida.
Dices que la astrología puede ser práctica. ¿Cómo logras esto?
La astrología antigua, la verdadera, practicada por sumerios, babilonios y egipcios, es un verdadero manual de instrucciones del alma humana. Herramientas como la carta astral y la Revolución Solar no predicen el futuro, sino que nos ayudan a recordar. Antes de encarnar, nuestra alma trae una memoria cósmica que olvidamos al nacer.
El destino de nuestro viaje terrenal consiste en reconectarnos con esa memoria perdida y la Brújula nos ofrece una oportunidad mágica de volvernos a alinear con nuestra mónada. Cada planeta y tránsito planetario nos enseña lecciones y nos ofrece oportunidades. Mi misión es ayudar a las personas a identificar estas claves y aplicarlas de forma práctica para avanzar hacia sus metas con claridad y confianza.
Muchos sienten desconexión con su propósito. ¿Cómo se puede recuperar ese sentido?
El primer paso es detenerse. Solo en el silencio podemos escuchar lo que el alma quiere decirnos. Una práctica que recomiendo es dedicar unos minutos diarios a reflexionar sobre el presente y preguntarnos: ¿Qué me está enseñando este momento?
El segundo paso es explorar tu mapa astral de nacimiento y, con ayuda de un acompañamiento psicoastrológico, tener la voluntad de aplicar cambios concretos en tu vida. La clave está en actuar conscientemente sobre lo que descubres. Una cosa es lo que está escrito en tu carta natal, otra cosa es lo que tú haces de lo que está escrito.
¿Qué valor encuentras en combinar lo espiritual y lo pragmático?
La espiritualidad, por sí sola, puede parecer intangible. Sin embargo, cuando comienzas a conocerte y a explorarte a ti mismo, te das cuenta de que lo espiritual y lo material están profundamente conectados. Si hay situaciones recurrentes en tu vida —problemas en las relaciones, dificultades económicas, conflictos familiares o laborales—, hay que buscar primero el origen espiritual de esta situación en el mapa astral para después poder conectar lo espiritual con lo pragmático y así transformar la forma en la que vivimos.
Primero debemos entender esa raíz espiritual para luego traducirla a algo práctico que transforme nuestra forma de vivir. Mi trabajo se centra precisamente en esto: acompañar a las personas a descubrir cómo las energías del universo se reflejan en sus desafíos y oportunidades concretas. Así, pueden convertirse en co-creadores de su propio Dharma, diseñando conscientemente su realidad.
Stefano, tu trabajo parece una invitación constante a mirar hacia adentro. ¿Por qué consideras tan esencial la búsqueda interior?
La búsqueda interior es clave para desbloquear nuestra verdadera esencia. Vivimos en un mundo lleno de ruido externo, lo que nos enseña a reaccionar en lugar de escuchar. Como escribe mi madre en uno de sus libros: “Escuchar no significa oír. Escuchar significa nutrir. Nutrir la semilla del silencio.”
Es precisamente en el silencio y la introspección donde hallamos las respuestas a nuestras preguntas más profundas. Mi enfoque busca recordar a las personas que todo lo que necesitan ya está dentro de ellas. Sólo necesitan las herramientas adecuadas, como la psicoastrología evolutiva, para reconectar con esa sabiduría universal que siempre ha estado ahí.
¿Qué papel juega la astrología en este proceso de reconexión interna?
La astrología no es un mapa fijo que determine tu destino. Es, más bien, un espejo que refleja quién eres en cada etapa de tu vida. Cada carta astral y cada tránsito planetario nos muestran facetas de nosotros mismos que quizás no vemos o no queremos enfrentar.
Al comprender estas dinámicas, dejamos de vivir en piloto automático y empezamos a tomar decisiones más conscientes. La Psicoastrología Evolutiva es, en esencia, un viaje hacia la responsabilidad y la conciencia, una herramienta para conocernos a fondo y vivir en coherencia con nuestra verdadera naturaleza.
Entre tus consultas propones un acompañamiento astroempresarial. ¿Esto quiere decir que la astrología se puede aplicar al mundo empresarial?
¡Por supuesto! De hecho, creo que se debería enseñar en las escuelas que encontrar el trabajo ideal comienza por descubrir tu vocación y misión, aspectos que están reflejados en la carta natal.
Mi acompañamiento astroempresarial se basa en tres pasos: primero, identificar si tu idea o proyecto está alineado con tu esencia; segundo, traducir esa idea en un plan concreto; y tercero, asegurarnos de que esta creación tenga un propósito útil para la humanidad.
El éxito profesional no solo depende de habilidades técnicas, sino de estar alineado cósmicamente con uno mismo. Cuando trabajas desde tu pasión y propósito, el éxito fluye de manera natural.
En tu experiencia. ¿Qué bloquea más a las personas en su camino de búsqueda interior?
Sin duda, el miedo. Miedo a atreverse, a cambiar, a salir de la zona de confort. Muy a menudo, durante mis consultas, he observado cómo muchas personas se sienten identificadas con lo que escuchan durante la sesión, pero también son muchos los que tardan en dar el primer paso.
El mayor bloqueo suele venir de las creencias familiares y sociales. Existe un temor a ser juzgado por ser diferente, cuando nuestra biología misma nos recuerda que somos únicos, como lo es nuestro ADN.
Vivir bajo las expectativas externas hace que la gente pierda de vista quién es realmente y para qué está aquí. Por eso, mi labor se centra en ofrecer un espacio seguro donde las personas puedan reencontrarse consigo mismas con respeto y compasión.
¿Qué mensaje compartirías con quienes sienten que han perdido su rumbo?
Nunca es tarde para encontrarte a ti mismo. En mis consultas, he trabajado con adolescentes que no saben qué estudiar, adultos en crisis laboral y personas de 80 años que, por primera vez, se acercan a sí mismos a través de la astrología.
La búsqueda interior no consiste en cambiar quién eres, sino en recordar tu esencia y alinearte con ella para ser el alma que has venido a ser. El cosmos siempre te guía, y tus experiencias son su traducción. Mi invitación es esta: detente, respira y permítete el regalo de escucharte. Tu alma sabe el camino; solo necesitas abrirte a oírla. Cuando el alma llama, es tiempo de seguirla.
Hablando de transformaciones. ¿Cómo influye tu propia búsqueda interior en el trabajo que haces?
Mi trabajo es un reflejo de mi propio viaje. Creo que el trabajo es una prolongación del alma. Para mí, trabajar significa manifestar todo el potencial y ponerlo al servicio de los demás.
Este es mi secreto, este es el secreto del éxito del alma Como todos, enfrento desafíos. Cada uno de ellos me enseña algo nuevo, ya sea en mis vivencias personales o en cada consulta. A través de los años, he aprendido a confiar en mi intuición y a observarme a mí mismo desde otra perspectiva. Escuchar las vivencias de los demás me ha permitido aceptar el viaje de cada alma como único y esencial, mientras continúo fortaleciendo mi propia práctica. Esto me permite acompañar a otros con autenticidad, porque entiendo lo que implica enfrentarse al caos interno y transformarlo en orden.
Mi trabajo se resume en esta frase: “Leo el cielo con los pies en el suelo.” Es una manera de conectar lo espiritual con lo práctico, ofreciendo una guía desde un lugar de autenticidad y equilibrio.
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Gracias a esta gran entrevista, encuentro mucha sabiduría en las palabras de Stefano Scrimieri y le estoy muy agradecida, siempre que leo sus artículos no me deja de sorprender y al mismo tiempo son un precioso Regalo para seguir explorando con una conciencia diferente mis pasos.