A lo largo de los años las palabras «ecológico, biológico y sostenible» ha estado formando parte de nuestro día a día. Ya sea que te hayas topado con productos o con un sin fin de campañas que incitan a la práctica ecológica. Como sabemos, no muchas personas están familiarizadas con estas palabras y hasta pueden parecer lo mismo. Este post, está dedicado especialmente para que aprendas ¿Cuál es la diferencia entre ecológico, biológico y sostenible?
Si eres de esas personas que confunden los términos o en definitiva no tiene ni idea de que se trata, no te preocupes. A simple vista, parecen sinónimos, pero todos tienen particularidades que conviene conocer. Tanto es así, que las empresas han dedicado parte de su tiempo para poder ayudar a los consumidores a entender, de qué se trata y cuáles son las ventajas.
Lo ecológico, biológico y sostenible puede tener muchas diferencias, pero tienen algo en común. Y es qué este tipo de productos ayuda a llevar una dieta más equilibrada; con más verduras, menos azúcares y con mayor conocimiento del origen de todo lo que añadimos a nuestra mesa. No obstante, un solo producto puede ser sostenible más no biológico y viceversa.
Al optar por un alimento orgánico, ecológico, biológico y sostenible, se le brinda bienestar al organismo y por supuesto, al planeta. Al elegir productos que lleven estos sellos, estás contribuyendo a un cambio en el mundo y colocar tu grano de arena en el mantenimiento del planeta.
Ahora bien, vamos a desglosar cada término para que aprendas a identificar estos productos:
¿Qué es un producto ecológico?
En nuestra entrega pasada te explicamos a fondo que significa algo ecológico. Recordemos, que es todo lo que se fabrica de forma ecológica no afecta el medio ambiente. Por lo tanto, cuando te topes con un producto que tenga el sello “ecológico”, obviamente paso por varias etapas de producción donde no hay cabida para químicos sino todo es completamente natural.
Para que tengas un ejemplo, vas a la tienda y te encuentras con un pimiento orgánico. Este pimiento, desde que era una semilla era orgánica. Se supone que creció en una tierra sin fertilizantes y que el agua del riego no tenía ni cloro ni sus derivados. En consecuencia, vas a consumir un pimiento que no ha sido tocado por pesticidas y se ha madurado tal cual te lo ofrece la naturaleza.
Además de los conocidos beneficios para nuestra salud, la producción de alimentos orgánicos es respetuosa con el medio ambiente. La ganadería se establece en áreas sin contaminación, con alimentos orgánicos y sin uso de hormonas ni antibióticos.
Es en todo momento para mantener la pureza de los recursos naturales, sin alterar el bienestar animal y vegetal y utilizando recursos renovables.
¿Qué es un producto biológico?
Este término se utiliza para referirse a productos que se han desarrollado sin ninguna manipulación genética. Hay muchos productos en el supermercado que han sido alterados genéticamente y lo ignoramos. Si desea asegurarse de que ningún componente del producto haya sido alterado, busque la etiqueta que indica “bio”.
Como los demás términos, los productos orgánicos tienen un doble beneficio; para nosotros y para el medio ambiente. Su cultivo ayuda a mantener un alto nivel de biodiversidad, mejorando el patrimonio genético de las especies animales.
¿Qué es un producto sustentable?
De todos los términos que estamos explicando en este artículo, “sostenible” es el que más engloba, ya que combina dos conceptos: el respeto al medio ambiente y la economía.
Que un producto sea sostenible siempre tendrá como principal objetivo el bienestar de las personas, pero sin descuidar el respeto por la naturaleza. Por lo tanto, un cultivo sostenible enfatiza que los agricultores y productores pueden vivir de él para mejorar la economía del área donde se desarrolla.
Conociendo un producto orgánico
Ahora bien, no se puede hablar de un producto ecológico, biológico y sostenible sin pasar por lo orgánico. Debe saber que encontrar un producto que tiene el término “orgánico” en su etiqueta indica que rechaza el uso de pesticidas o químicos artificiales. Es decir, solo se han utilizado productos de origen natural hasta que llegan a tu mesa.
Quienes eligen productos orgánicos se aseguran de evitar problemas de intolerancia y alergias a los químicos. Cada vez más comunes en la actualidad debido a la saturación de pesticidas que se usan con muchos alimentos. Y que además, son beneficiosos para la conservación de los recursos naturales y la buena salud de las futuras generaciones.
El sello “orgánico” especifica que para la obtención de este producto no se ha utilizado ningún elemento químico, que incluye pesticidas, fertilizantes o sustancias de ese tipo. Es necesario aclarar que no todos los alimentos orgánicos son “bio”. Ya que aunque no contienen químicos; algunos se han elaborado con productos modificados genéticamente.
Las virtudes de los productos orgánicos no solo permanecen en nuestra salud, ya que son muy positivos para el medio ambiente. Entre muchos beneficios, su cultivo evita la erosión del campo al favorecer la rotación de la tierra y mantener la biodiversidad. De esta forma se incrementa la fertilidad del suelo y se preserva el buen estado de los manantiales subterráneos.
Producto ecológico biológico y sostenible
Después de haber visto como se identifica un producto ecológico, biológico y sostenible es de suponer que no puedes confiar en los que se venden como naturales. En muchos casos, se utiliza para equipararlo a los conceptos que hemos mencionado anteriormente, lo cual no es correcto y puede inducir a error a los consumidores.
Hay muchos nombres en la estantería de los supermercados que quieren expresar lo mismo, y como no están regulados por ley, se usan de forma indiscriminada y sin una base real.
Es importante saber diferenciar entre un producto ecológico, biológico y sostenible. De esta manera, el aporte que le vas a dar a tu estilo de vida es irreemplazable. Dado que lo que consumes, no va a afectar ni tu cuerpo, ni el medio ambiente. Además, que vas creando una conciencia para poder expandirla en las generaciones futuras.
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